BIOGRAFIA DE
Humberto Alvarado Vásquez
Médico de cuerpos y almas
Nació en Masatepe en 1899. Se graduó de médico en México en 1925. Durante la guerra de 1926 sirvió a heridos liberales y conservadores. Fue considerado un presidenciable pero no aceptó la presidencia cuando Somoza García derrocó al doctor Sacasa en 1936. La mayoría de sus pacientes no tenían con qué pagarle. Un ciudadano ejemplar. Falleció en septiembre de 1976
DOCTOR Alvarado Vásquez en una de las varias campañas electorales como candidato a la Presidencia de la República.
Vestido de impecable traje de lino blanco, voz y gestos llenos de mesurada educación a la vez que cargados de energía y firmeza, fue uno de los personajes de mi niñez, cuando lo veíamos llegar a Masatepe, donde vivían varios familiares suyos.
Aunque con muchos años de residir en Masaya, nunca olvidó a su pueblo natal. Era el clásico médico general, al igual que el doctor Benicio Gutiérrez, otro coterráneo Masatepino, también graduado en México, ambos en el mismo surco de la política.
Años después leí una novela de Taylor Caldwell, titulada Médico de cuerpos y almas. Desde entonces, la figura del doctor Humberto Alvarado Vásquez la relacionaba con la de Lucas, el Apóstol y médico. Imposible saber a cuántos pacientes atendió en sus más de cincuenta años de vida profesional, a la mayoría en forma gratuita.
El doctor Alvarado Vásquez siempre estaba de turno, sin tener como objetivo el lucro económico. Mereció el aprecio y respeto ciudadano, en los momentos de crisis siempre surgía su figura presidenciable, sin embargo en un acto digno rechazó el ofrecimiento de ser Presidente en circunstancias contrarias a sus principios éticos y morales.
MASATEPE EN EL SIGLO XIX
Masatepe tuvo en su topografía los mismos términos para determinar las clases sociales y económicas. La población se dividía hacia “arriba”, el sur y “abajo”, el norte. En el punto central estaba sembrado un madero, conocido como la “picota”, en el que se ponían amarrados a quienes cometían delitos menores, robos de poca cuantía. Siempre eran indígenas, nunca ladinos o descendientes de españoles.
Hacia “arriba” han vivido las familias más acomodadas y prósperas. “Abajo” los barrios indígenas, en especial Veracruz, conocido por su antigua iglesia y ser tradicionalmente un barrio de hábiles artesanos y el que tiene las expresiones folclóricas y populares más tradicionales, como el baile de las inditas, el torovenado de la procesión de San Jerónimo y los judíos en Semana Santa.
En este ambiente nació el 31 de octubre de 1899, Humberto, hijo de don Raymundo Alvarado y doña Celia Vásquez, hermana del famoso héroe de la batalla de Namasigüe, general Nicasio Vásquez. Consta en el acta de bautismo que el padrino fue don Dolores Sánchez, según el cura párroco, Presbítero Hermenegildo Mormeneo.
Humberto inició sus estudios en una escuela que había en Masatepe. La primera foto que de él se conoce data de 1907, aparece sentado en las piernas de don Leopoldo Sánchez Rayo, quien además de ser su profesor también era su padrino, progenitor de la familia Sánchez-Gutiérrez. Don Leopoldo fue hermano de otro distinguido educador, don Alejandro Sánchez Rayo, director del Instituto Ramírez Goyena y fundador de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
En la foto están un centenar de niños, muchos fundadores de conocidas familias de Masatepe, entre ellos Cruz Mercado, Moisés Boniche, Julio Rosales, Guillermo y Tino Flores, Francisco Luz Ramírez Gutiérrez (mi abuelo materno), Herminio Sánchez Luna. (hermano de mi abuelo Remigio), Fernando Sánchez Casco, Pedro Valerio, cuya hija Marlene Valerio Moncada, nieta del general José María Moncada Tapia, se casó con Enrique Alvarado Abaunza, hijo del doctor Alvarado Vásquez.
SE TRASLADA A MASAYA
Don Raymundo se trasladó con su familia a Masaya, donde Humberto continuó sus estudios en el Liceo de Varones, bajo la dirección del doctor Federico García Ocampo (Papá Lepo). Cuando estalla la llamada “Guerra de Mena”, Masaya es atacada por las tropas conservadoras y los intervencionistas norteamericanos, dándose las acciones heroicas del general Benjamín Zeledón. La familia Alvarado Vásquez regresa a Masatepe.
Al volver a Masaya, realiza sus estudios con el profesor José Dolores Morales y luego en el Instituto bajo la dirección de don Porfirio Rocha. En 1918 inició los estudios de medicina en la Universidad de Oriente y Mediodía en Granada, después se marchó a México, graduándose en 1925 como médico y cirujano, con especialidad en ginecología y obstetricia.
LA REVOLUCIÓN DEL 26
En julio de 1926 regresa a Nicaragua y se establece en Masaya. Se produce el levantamiento de los liberales en la Costa Atlántica y el gobierno conservador ordena la captura del doctor Alvarado Vásquez, obligándolo a incorporarse al cuerpo médico en las tropas al mando del general Humberto Pasos Díaz, el primer aviador de nacionalidad nicaragüense.
Fue conducido a El Rama. En uno de los combates que se dieron en el Río Escondido pereció el general Pasos Díaz y el doctor Alvarado Vásquez realizó la autopsia y preparó el cadáver para ser llevado a Managua. A pesar de ser liberal, atendió a los heridos de la tropa conservadora.
Posteriormente el doctor Alvarado Vásquez se incorporó a las tropas liberales al mando del general José María Moncada Tapia. En una foto tomada en febrero de 1927, aparecen alrededor de un cañón, todos vestidos con uniforme militar, el doctor Alvarado Vásquez, cuando se desempeñaba como segundo jefe de la Cruz Roja, doctor Arturo Ortega, doctor Jerónimo Ramírez Brown, general Carlos Pasos, el entonces capitán Diego López Roig, (más tarde participante en el asesinato del general Augusto C. Sandino) y el coronel Francisco Plata.
En mayo de 1927 regresó a Masaya el doctor Alvarado Vásquez y abrió de nuevo su consultorio, tomando la costumbre de visitar a sus pacientes en coche, también se dedicó a la actividad política, apoyando la candidatura a presidente del general Moncada Tapia. Para esa época pronunció una fuerte crítica en contra de la presencia de las tropas interventoras norteamericanas que le causó no ser electo candidato a diputado.
Para entonces conoce a la joven Lila Abaunza Espinoza, con quien contrae matrimonio el 16 de junio de 1930, unión de la que nacieron Humberto, Celia, Mauricio, Enrique y Armando. En las elecciones de 1930, el doctor Alvarado Vásquez resultó electo diputado por el Distrito de Masatepe.
Al producirse el terremoto de Managua del 31 de marzo de 1931, los doctores Alvarado Vásquez y Manuel López Selva encabezan una caravana de ayuda que sale de Masaya hacia Managua. El general Moncada Tapia traslada la sede del Gobierno a Masaya. Como diputado introdujo proyectos a favor del departamento de Masaya, incluyendo la construcción de la Escuela Zoila, en Masatepe.
El 13 de enero de 1933 fue electo presidente del Congreso. El día 19 de enero en un acto patriótico restablecieron a Tipitapa su nombre tradicional y le quitaron el de Villa Stimpson que le había dado el general Moncada Tapia. En varias ocasiones fue directivo de la Cámara de Diputados.
RECHAZA PRESIDENCIA
En 1932, Anastasio Somoza García inicia su mandato en la Guardia Nacional, no contento con tener el poder militar ya para 1936 aspira a tener el poder político y económico pese a estar su tío político, el doctor Juan Bautista Sacasa, en la Presidencia de la República.
Roberto Martínez Lacayo era casado con doña Dolores Abaunza Espinoza, en consecuencia concuño del doctor Alvarado Vásquez. Fue desde joven muy allegado a Somoza García quien lo encumbró en la Guardia Nacional hasta llegar a ser general y miembro del triunvirato cuando los pactos de Anastasio Somoza Debayle con el doctor Fernando Agüero Rocha.
En mayo de 1936, Martínez Lacayo, visitó a su concuño para decirle que Somoza García le daría un golpe de Estado a su tío y que ofrecía al doctor Alvarado Vásquez que el Congreso le elegiría Presidente de la República. El rechazo fue inmediato por constituir un acto violatorio a la Constitución de la República. El golpe se dio y fue electo otro diputado de Masaya, el doctor Carlos Brenes Jarquín, también médico.
FUNDAN EL ATENEO
A la par de su actividad como médico y político, el doctor Alvarado Vásquez llevó una vida activa en el campo intelectual y de la docencia. En 1937 fue uno de los fundadores del Ateneo de Masaya junto con las señoritas Julieta Núñez, Mariíta Rosales, Antonia de Bermúdez, doctores Leopoldo Ramírez Mairena, Pascual Campos, Encarnación A. Serrano, Hernaldo Zúñiga, Santiago Fajardo, Andrés Vega, Cristóbal Rugama, Roberto Bermúdez, Cornelio Hüeck (padre), César Vivas, Manuel Zurita, Eudoro Solís, Mariano Vega, Francisco Acuña, Ramón Jirón, Aarón Tuckler, Fanor Téllez, etc.
A partir de los movimientos de 1944, el doctor Alvarado Abaunza se convierte en decidido opositor al régimen de Somoza García, en varias ocasiones el dictador le ofrece cargos en su gabinete y embajadas. En 1944 se funda el Partido Liberal Independiente, desde entonces figuran en distintas oportunidades como pre-candidato presidencial. El PLI se constituye en partido político el 9 de mayo de 1946.
Somoza García ofrece al doctor Alvarado Vásquez el cargo de Ministro de Educación, nuevo rechazo. Cuando se da el pacto entre el Partido Conservador y el PLI, es nuevamente pre-candidato. En la convención del 1 de septiembre de 1946, en León, es electo candidato el doctor Enoc Aguado, quien había sido vicepresidente del general Moncada Tapia. Se enfrentaría al doctor Leonardo Argüello, luego de un descarado fraude fue declarado ganador para durar sólo 27 días en la presidencia al ser derrocado por Somoza García.
En 1950 la oposición a Somoza García entra en crisis al firmar un pacto el dictador con el general Emiliano Chamorro Vargas. En un documento conocido como “Declaración de Matagalpa”, el PLI denuncia el pacto. En su discurso el doctor Alvarado Vásquez dijo: “Tengamos fe, que a nosotros no se nos podrá comprar con el dinero del régimen, ni amedrentar con sus bayonetas”.
EL GRITO DE ¡BASTA YA!
Cuando Somoza García rompe los pactos, reforma la constitución para lanzarse a la reelección presidencial, el doctor Alvarado Vásquez es de los que encabeza la oposición reclamando la alterabilidad en el poder en contra de las pretensiones del dictador, al grito de: “¡Basta ya!”.
El viernes 21 de septiembre de 1956, en la ciudad de León, luego de ser declarado candidato por el Partido Liberal Nacionalista, Somoza García, es abatido por el poeta Rigoberto López Pérez. El 28 fallece en Panamá. Desde la misma noche del atentado, Nicaragua se convierte en una gigantesca cárcel. Uno de los detenidos fue el doctor Alvarado Vásquez.
Durante 48 días sufrió injusta prisión, tratado en forma cruel y humillante. Basta con observar una foto publicada el 5 de noviembre de 1956 por Novedades, el diario de la familia Somoza. Luce demacrado, es evidente el deterioro físico. Al salir de la cárcel le robaron su reloj de oro y sus anteojos. Llegó a Masaya y la familia quedó impresionada de su estado. Él nunca relató lo acontecido en la cárcel.
En 1958 es uno de los firmantes de la carta en la que se le pide al embajador norteamericano, Thomas Whellan, que renuncie a su cargo por la amistad personal que tenía con la familia Somoza. En 1962 es de nuevo proclamado candidato del PLI a la Presidencia de la República, expresa que la lucha es por un cambio de régimen no de personas. Se crea el Frente de Oposición Nacional (FON). Renuncia al no dar el gobierno garantías electorales.
En 1966 se crea la Unión Nacional Opositora (UNO), para oponerse a la candidatura del general Anastasio Somoza Debayle. El candidato a presidente fue el doctor Fernando Agüero Rocha y para vicepresidentes los doctores Luis Pasos Argüello y Humberto Alvarado Vásquez. Bajo amenaza y presiones, el tercero de los Somoza asumió la presidencia.
Los últimos años de la vida del doctor Alvarado Vásquez fueron rodeados de cariño y respeto. El 5 de mayo de 1973 sufrió el deceso de su querida y estimada esposa, doña Lila. El 23 de septiembre de 1976 falleció y fue sepultado en Masaya. En el funeral, el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal dijo: “Fácil es hablar de Humberto Alvarado, porque basta mencionar su nombre para que recuerde uno la honestidad, porque basta decir Humberto Alvarado para definir lo que en este país debe ser un ciudadano”.
EL RESCATE DE UNA VIDA EJEMPLAR
El libro conteniendo la biografía del doctor Humberto Alvarado Vásquez, además de ser una obra sobre la vida de un ejemplar ciudadano, es una expresión de amor y respeto de su hijo, el doctor Enrique Alvarado Abaunza.
No es frecuente que un hijo escriba una obra así de su padre, tampoco es frecuente tener un padre con tantos valores, en sus distintas facetas como médico general al servicio de los más pobres y humildes, político de gran honestidad, intelectual, orador, docente, etc. Méritos suficientes para que el Hospital de Masaya tenga su nombre.
Tiene el libro de Enrique el mérito de no caer en la exaltación obligada del parentesco, ni sobredimensionar la estrecha relación con un hombre, ejemplo de esposo y padre. Además, el doctor Alvarado Vásquez, ni lo necesita ni lo hubiera querido, pues rechazó toda actitud de adulación o servilismo, tan frecuente en el campo político en el que navegó con dignidad y respeto.
El libro de Enrique tiene el atractivo de ubicar la vida de su padre dentro del contexto histórico que le tocó vivir, citando hechos, fechas, nombres y apellidos que permiten al lector conocer y comprender uno de los períodos más trágicos y represivos de nuestra historia nacional.
La objetividad y veracidad con que Enrique relata desde la infancia pueblerina en Masatepe hasta situaciones políticas poco conocidas, están llenas de amenidad que atraen el interés del lector. No es sólo la biografía de un hombre que se llamó Humberto Alvarado Vásquez, es también una parte de la historia de Nicaragua.
Agradable fue estar en la presentación del libro en Masaya, el domingo 21 de noviembre. Enrique proyectó una serie de fotografías, la primera data de 1907 en la escuela primaria de Masatepe. Recuerdos de abuelos y padres afloraron, la emoción empañó la vista de los presentes. Fue más que la presentación de un libro, es el rescate de una vida ejemplar, la del doctor Humberto Alvarado Vásquez.